Uladzimir Karatkievich Cristo desembarcó en Grodno (fragmento) "La tierra estaba negra. Todo estaba en una red de grietas, en profundas fisuras, seco como la palma de un campesino y como polvo. Rara vez, a veces a media braza de distancia, se agitaban en él escasos brotes de centeno. El viento a veces suspiraba en medio del calor, pero solo traía aún más calor, como de una estufa encendida. Y entonces tornados enanos vagaban por el campo. Llevaban polvo, pero era tan negro que parecía ceniza. Y la misma ceniza se arremolinaba bajo los cascos de la cabalgata de caza, que corría a través del campo y luego a lo largo del camino, hacia un pueblo cercano. La gente cabalgaba principalmente en mulas malvadas, negras o de color ratón, y por esto se podía intuir que eran personas de rango religioso. Pero de no ser por la túnica cardenalicia morada de uno, la capa episcopal de otro, el dominico gris y las túnicas ortodoxas moradas de los otros dos, cualquier observador podría haberlo dudado. Cuellos de malla asomaban bajo las camisas, y bajo las capas se alzaban armaduras doradas con el sol en el pecho. (La cabeza de Medusa, la Gorgona, que a los paganos les encantaba adornar sus armaduras, se transformó en el sol; se transformó porque, claro, no era apropiado que los cristianos llevaran un símbolo pagano en el pecho. Y ahora, en lugar del rostro de Medusa, un ardiente disco solar emergía de la armadura, y en lugar de serpientes, rayos se extendían en patrones ondulados). Parece que había otra prueba contraria a su condición de papas. No había ni una sola persona aquí que no llevara un arma en la mano." El Poder de la Palabra epdlp.com