|
Swamp Angel (fragmento) "En el cobertizo para leña junto al camino estaba su bolsa de lona llena hasta un peso que podía cargar, y una mochila que podía llevar sobre sus hombros. Allí estaba su caña de pescar. Eso era todo. Cuántas veces había vivido estos momentos, que ahora habían llegado y no se quedaban, de estar de pie en la ventana; de girar; de caminar a la cocina; de mirar el asado en el horno; De mirar, una vez más, para ver que su impermeable azul marino con la boina metida en el bolsillo colgaba junto a la puerta de la cocina, fácil de arrebatar al salir a la oscuridad; de recoger las bolsas y la caña dentro de la leñera tan rápido como si fuera de día, pues había aprendido a la perfección su lugar; de ver la luz en el taxi del chino unos metros calle arriba; de subir rápidamente al taxi al ver el rostro oblicuo del chico chino; y luego, el movimiento hacia adelante. Había planeado cuidadosamente el tiempo, con suficiente antelación para llegar; demasiado tarde para ser vista, reconocida, seguida y encontrada. Ahora avanzaba, como lo había planeado, por esos mismos minutos que tantas veces la habían consolado en su imaginación. Cuando, en la noche, como sucedió poco después de su boda, yacía humillada y enojada, había forzado su mente a avanzar hacia ese momento. El conocimiento secreto de su plan de avance era su único consuelo y alivio. A menudo, de día y de noche, se había fortalecido nombrando, artículo por artículo, el contenido de su mochila y su bolso. Imaginaba empacar un suéter, sus zapatos... el pequeño tornillo de banco y algunas moscas... ¡Cuántas veces, con las manos quietas, había empacado estas pequeñas bolsas! Cada artículo, al recogerlo o descartarlo en su imaginación, la reconfortaba y se convertía en su compañero y apoyo familiar. Y la noche anterior yacía por última vez junto a su esposo, sin que él supiera que era la última." epdlp.com |