The Studhorse Man (fragmento)Robert Kroetsch
The Studhorse Man (fragmento)

"Estaba realmente desesperado. La extinción o la supervivencia eran el destino de la raza de caballos que solo él había preservado durante seis generaciones; así, sin un céntimo, y obligado a vivir a base de gachas durante casi un mes, se le ocurrió la idea de comprar una yegua. Con una determinación encomiable, encontró a un vecino que vendía el único caballo que le quedaba por veinte dólares, al contado. «Sin dinero, no hay yegua», comentó el desagradable vecino para cerrar el trato, como si Hazard no fuera financieramente fiable.
[...]
Lo habían llevado, bajo la supervisión de la amable señora, al museo. En aquel entonces, el museo provincial se encontraba en el Edificio Legislativo. Incluso hoy se puede subir en ascensor al quinto piso y examinar la sala, aunque ahora alberga la consola del carillón centenario y una hilera de doce sillas. Si bien el Hospital de la Misericordia está a pocas cuadras, en aquella noche tormentosa las calles estaban casi intransitables. La señora en cuestión tomó una decisión precipitada."



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