The Last Duty (fragmento)Isidore Okpewho
The Last Duty (fragmento)

"Eres solo un cuerpo deforme que vaga por ahí sin ningún sentido común. Tan estúpido que, aunque te das cuenta de que una mujer teme por sí misma y por su hijo, no ves que, si tiene que ir a algún sitio por cualquier motivo, alguien tiene que hacerle compañía, aunque solo sea para tranquilizar a la madre...Sin embargo, a decir verdad, ¿qué tiene que ver con ella y estar a solas con ella en mi lugar? Ahora no lo recuerdo, pero no creo que Toje tuviera muchos motivos para visitar a Oshevire con tanta frecuencia mientras era hombre libre, antes de que los soldados vinieran y se lo llevaran. Y ahora me obliga a llevarle mucha comida y ropa a su casa. Y me pide que le diga que venga a verlo a mi casa. Es muy extraño todo esto de la esposa de otro hombre en la clandestinidad de mi miserable lugar, que difícilmente puede brindar consuelo a la gente decente...Esto es el cielo: tener a una mujer compartiendo mi cama conmigo, y no solo no renuente en tan humilde circunstancia, sino que de hecho disfruta cada momento y me habla en un idioma que juraría no haber escuchado jamás. Esto debe ser el cielo...
[...]
¿Cuánto tiempo me queda? Los funcionarios de Iddu, despistados, ya están empezando a liberar a los detenidos. ¿Cómo sé que Oshevire no será el siguiente en ser liberado?... Pero ya no puedo arriesgarme. Preferiría haber tenido pleno conocimiento sexual de su esposa antes de que lo liberaran, que perderme el premio y enfrentar la doble vergüenza: ser expuesto ante toda la comunidad de Urukpe como un adúltero desvergonzado y, aun así, vivir con la profunda convicción de que el hombre más importante del pueblo es impotente. ¡Dios mío, no tengo tiempo que perder!"



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