Libro de los reyes (fragmento) Firdusi
Libro de los reyes (fragmento)

"Cuando sus ejércitos iban a combatir a algún lado, decidía con prudencia y sin precipitación. Tomaba por enviado a un escritor inteligente, sabio y buen observador y le entregaba un mensaje cortés y según las reglas, para que no hubiese guerra injusta. El mensajero se trasladaba junto al enemigo para conocer sus pensamientos secretos. Escuchaba sus palabras, si tenía sentido y consideraba una desgracia los asuntos, las fatigas y las calamidades de la guerra, recibían vestidos de honor real, un tratado, cartas credenciales y presentes. Pero si sus cabezas estaban inflamadas de cólera, sus almas llenas de rencor, sus corazones bullentes de sangre, el rey pagaba el sueldo de todo el ejército para que no hubiera descontento, elegía un Pehlevan deseoso de gloria, prudente, atento y calmo y a un empleado civil, que supiera las reglas y hábil, que debía vigilar las injusticias que cometiera el ejército, luego hacía montar en un elefante de modo que se oyera su voz a dos millas, y que gritaba: «¡Oh, guerreros ilustres, vosotros que tenéis coraje, renombre y honor! Es necesario que ningún hombre, sea pobre, sea ilustre y rico, tenga queja alguna de vosotros. En cada parada comeréis pagando y respetando al pueblo y cada quien que adore a Dios se abstendrá de tomar lo que pertenece a otro. Cada quien que mostrare su espalda al enemigo tendrá una suerte desgraciada; cavará su tumba con sus propias manos, o las cadenas ulcerarán su pecho y sus miembros, y su nombre será tachado de las listas, su comida será la basura, su cama será la tierra sombría. "


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