El tornavoz (fragmento)Jesús Gardea
El tornavoz (fragmento)

"Por la ventanilla del autobús no se ve otra cosa que soledades castigadas hasta la muerte por el sol. El camión rueda aturdido por una carretera que es un sol, incesante espejismo, sueño feroz. El cielo en sus bordes es blanco, vaporoso. No sopla nada de aire. Y lo único que Marta respira es soledad y más soledad. Y la soledad le perfora los huesos. Y desfallece. Pero entonces sin que ella ni las otras dos personas que viajan en el autobús lo hayan pedido, el chofer anuncia Placeres. Marta se endereza en el asiento. Encima del espejismo la niebla solar es densa. El sudor le empapa la espalda y los pechos sueltos debajo de la blusa. Pesados como grandes palomas soñolientas. El camión empieza a disminuir la velocidad. Y de pronto, a la derecha, Marta ve surgir entre la niebla una barda y un perro con la lengua al aire. No necesita ver más. "


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