El Mal (fragmento) de ColoniaJuan Martini
El Mal (fragmento) de Colonia

"Todo lo que un hombre hace para descifrar lo que una mujer, en la circunstancia que sea, espera de él, y aun cuando en ocasiones acierte, es apenas una respuesta tentativa, exploratoria, que se mueve a ciegas en un territorio incógnito. El deseo de una mujer es la articulación de un silencio, un laberinto, una escritura sin traducción, una esencia sin nombre, una idea previa o posterior a la idea. Sin embargo, piensa Balbi, él sabe que está enamorado de su mujer.
Julia Conte, la mujer de Balbi, es de una extrema timidez. Su éxito social y sus progresos profesionales son objetivos que ella se ha propuesto realizar y sostener, que necesita y desea, pero que le son útiles, antes que nada, para enmascarar una timidez incurable que la deja -cuando el ruido del mundo se apaga, o la deja en paz, según sus palabras- en un punto de retracción o ensimismamiento del que a veces, piensa ella, no encontrará el regreso. Y sólo se repone si Balbi, por ejemplo, acierta con las palabras adecuadas, que son sólo esas que ella ciegamente anhela oír; o con los gestos y los actos apropiados, es decir, los que Julia Conte no revelará pero que espera en la intimidad como se espera algo que se cree perdido, quizá imposible, o, peor, inexistente. Sea como sea, Alejandro Balbi sabe que está enamorado de su mujer desde que la vio por primera vez. Pero el día en que con mayor certeza Balbi se da cuenta de que está enamorado de Julia Conte para siempre es el día en que descubre que ella tiene un amante.
El amor, piensa Balbi, es una materia tan volátil o abstracta como concreta, tan imposible de explicar como fácil de reducir a un puñado de metáforas sin sentido."



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