La historia de Genji (fragmento)Murasaki Shikibu
La historia de Genji (fragmento)

"Pero tengo una teoría propia acerca de lo que es este arte de la novela y cómo nació. Primero, no consiste sencillamente en que el autor haga una narración de las aventuras de otra persona. Por el contrario, la novela surge porque la propia experiencia del narrador acerca de hombres y cosas, ya sea en bien o en mal -y no solamente lo que él mismo ha pasado, sino también los hechos que no hizo más que presenciar o que le fueron contados-, le produjo una emoción tan arrebatadora, que no podría tenerla encerrada más tiempo en su corazón. Muchas veces algo de su propia vida o de lo que lo rodea le parece al escritor tan importante, que no puede soportar que quede en el olvido. Jamás deberá llegar el día -piensa- que los hombres no sepan esto. Esa es mi idea de cómo surgió este arte.
[...]
Genji obsequió al chambelán con una espléndida flauta coreana y un delicioso muestrario de caligrafías chinas en una caja magnífica de madera de áloe. En los días que siguieron se interesó profundamente por los estilos cursivos japoneses, y, habiendo trabado conocimiento con varios especialistas de fama, encargó a cada uno de ellos un libro o un rollo para la biblioteca de su hija. Los calígrafos se superaron y los trabajos presentados hubieran constituido la joya de cualquier biblioteca de prestigio. También incorporó dibujos y muestrarios de enorme interés, que suelen agradar mucho a los jóvenes, y, aunque quería que sus dibujos de Suma pasaran a sus descendientes, de momento se abstuvo de deshacerse de ellos, pues pensó que su hija era seguramente demasiado joven todavía.
To no Chujo se enteró del certamen caligráfico, al cual no había sido invitado, y le sentó muy mal. Por aquel entonces su hija Kumoi no Kari estaba más bella que nunca, y verla pasar los días de su juventud encerrada en su casa mientras en todas partes se comentaba el «brillante porvenir» de la hija de la dama de Akashi le resultaba difícil de soportar. Yugiri se mantenía al margen, y no daba muestras de amarla, pero tampoco de haber dejado de hacerlo. Si el ministro se daba por vencido y ofrecía a Genji la mano de Kumoi para Yugiri, sentiría que había hecho el ridículo.
Empezaba a arrepentirse de haberse mostrado tan opuesto al enlace en otro tiempo, cuando el joven estaba tan interesado por su hija. De todos modos, no comentó con nadie sus cuitas y procuró mostrarse amable con el muchacho, pues reconocía que no tenía la culpa de nada. Yugiri conocía la situación, pero la familia de Kumoi no Kari lo había tratado con desprecio, burlándose de su atuendo azul, y no estaba dispuesto a dar ahora el primer paso. No obstante, dejó entrever que seguía interesado en la joven al no interesarse abiertamente por ninguna otra dama de su entorno. El día que ostentara el cargo de consejero y pudiera vestir con arreglo a su rango, decidiría qué actitud tomar. "



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