Tartufo (fragmento) Molière
Tartufo (fragmento)

"Orgón. Buenos días, hermano
Cleanto. Ya me iba, y me alegra veros de regreso: poco florido está el campo en este tiempo.
Orgón (a Cleanto). Dorina... Aguardad, cuñado, os lo ruego. Para quedar tranquilo, dejadme que me informe de las nuevas de aquí (A Dorina). ¿Han ido bien las cosas estos días? ¿Qué hay por aquí? ¿Qué tal la gente?
Dorina. Anteayer estuvo la señora con fiebre hasta la noche. Y tuvo una jaqueca que no podéis figurar.
Orgón. ¿Y Tartufo?
Dorina. ¿Tartufo? Como una rosa; grueso y gordo, la tez fresca y la boca roja.
Orgón. ¡Pobrecillo!
Dorina. Cenó solo delante de ella, y con la mayor devoción se comió un par de perdices y media pierna de cordero picada.
Orgón. ¡Pobrecillo!
Dorina. En toda la noche no pudo cerrar los ojos. No la dejaban dormir unos calores que le dieron y tuvimos que estar a su lado velándola hasta el amanecer.
Orgón. ¿Y Tartufo?
Dorina. Incitado por un dulce sueño, entróse en su aposento saliendo de la mesa y al punto se metió en la cama calientita; y, sin que le molestara nada, durmió hasta la mañana.
Orgón. ¡Pobrecillo!
Dorina. A la postre, vencida por nuestras razones, decidióse a sufrir la sangría, con lo que se sintió aliviada en el acto.
Orgón. ¿Y Tartufo?
Dorina. Despertó animoso, como es natural; y, después de fortalecer el alma contra todos los males, se tomó cuatro larguísimos tragos de vino en el desayuno, para compensar la sangre que había perdido la señora.
Orgón. ¡Pobrecillo!
Dorina. En fin, los dos están ya bien. Y, antes que subáis, voy a a anunciar a mi señora vuestro vivo interés por su convalecencia. "



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