Esta salvaje oscuridad (fragmento)Harold Brodkey
Esta salvaje oscuridad (fragmento)

"Mi reputación literaria es cosa sobre todo del extranjero, pero yo estoy anclado en Nueva York. No se me ocurre ningún otro lugar donde preferiría morir. Me gustaría que fuera en la cama, mirando por mi ventana. La exasperación, la incomodidad y el horror mental de aquí me interesan más que la comodidad de cualquier otra parte. Me quedo anidado ante la ventana, desde la cual veo el centro de la ciudad y su cambiante desfile de rascacielos y luces; pájaros que pasan volando arrojan sombras sobre mí, sobre mi cara y mi pecho.
No puedo cambiar el pasado, y no creo que lo hiciera. No espero ser comprendido. Me gusta lo que he escrito, los cuentos y las dos novelas. Si me ofrecieran verme libre de esta enfermedad a cambio de mi obra, no lo aceptaría.
Es posible que uno se haya cansado del mundo —que esté cansado de los que cagan plegarias, de los que cagan poemas, cuyos rituales distraen y son simpáticos y agradables pero peor que irritantes porque carecen de realidad— y siga queriendo mucho la realidad. Uno quiere vislumbres de lo real. Dios es una inmensidad; mientras que esta enfermedad, esta muerte que está en mí, este pequeño hecho, bien concreto, pedestre, es meramente real, sin milagros ni adoctrinamientos. Estoy en una balsa desamarrada, un punto que se mueve en la blanda, fluida superficie de un río. Por todos mis pensamientos, en ondas cada vez más amplias, se extiende lo desconocido, el tenso equilibrio, los miedos y la precariedad. ¿Paz? Nunca la hubo en el mundo. Pero en viaje por las dóciles aguas, bajo el cielo, sin amarras, yo oigo ahora mi risa, primero nerviosa, luego de auténtico asombro. Me rodea por entero. "



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