Angosta (fragmento)Héctor Abad Faciolince
Angosta (fragmento)

"Decía que los seres humanos somos muy raros. Que a todo el mundo le importa más su propio dolor de muelas que la muerte de cien mil personas, por hambre, en África o en Corea del Norte. Que era más dolorosa la muerte del propio perro faldero que la masacre de cien niños en Uganda. Que lo que intentaban hacer los dirigentes de Angosta era alejar a la población pobre de la ciudad de arriba, para no verlos ni sentirlos y así evitar el compromiso y el remordimiento. Ojos que no ven, corazón que no siente. Los tierrafrías como ellos, decía necesitan aislar abajo a los pobres de Angosta para poder bañarse en las piscinas sin sentirse tan miserables. Había hecho la fundación para no sentirse tan miserable, y luchaba contra el Apartamiento para no sentirse un pedazo de mierda. Estaba dispuesto a ir a nadar a una piscina pública, y a ceder el jardín de su casa, aunque con gran dolor, decía. Doña Cristina dijo que ellos vivían así, pero que no era una vergüenza porque ellos luchaban porque las cosas mejoraran también para los demás que ella no regalaría su jardín ni su piscina, pues para ella los lujos no eran vergonzosos, siempre y cuando todos tuvieran lo mínimo. Las diferencias no eran horrendas si la parte más pobre de la sociedad vivía bien. "


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