Elegía contra la guerra (fragmento)Albio Tibulo
Elegía contra la guerra (fragmento)

"¿Qué locura es esta
de llamar a la negra muerte
con las guerras?
¡Ella (nos) amenaza,
y ocultamente viene
con silencioso paso!
No hay cosecha de mies allá bajo,
sino el audaz cancerbero,
y el deforme barquero
de la laguna Estigia.
Allí la pálida turba (de las sombras)
con las mejillas carcomidas
y el cabello quemado,
vaga errante por los oscuros lagos.
¡Cuánto mejor debe ser alabado
aquel a quien la tarda vejez
coge en su pequeña casa,
después de criados sus hijos!
El mismo guarda sus ovejas,
y el hijo los corderos,
y la mujer prepara
agua caliente para el cansado.
¡Así sea yo,
Que pueda mi cabeza blanquear
con las canas,
y (pueda yo) referir viejo
sucesos del tiempo antiguo!
¡Entre tanto la Paz cultive los campos!
La cándida Paz
condujo primero
los bueyes para labrar
bajo los curvos yugos;
la Paz crió las vides
y encerró los jugos de la uva
a fin de que la tinaja paterna
rebosara vino para el hijo.
Con la Paz
brillan el azadón y la reja;
y el moho invade en un rincón oscuro
las tristes armas
del duro soldado.
¡Ven pues a nosotros, alma Paz,
y trae una espiga (en la mano),
y tu cándido seno
derrame frutos a tus pies!. "



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