El sueño de un viejo pescador "Oh, los huesos... las piernas... y las manos y los ojos... y el sueño mismo... dolores, nada más que dolores. Engañador... te conozco. dame peces nunca atrapados... También soy un niño, una criatura, acunado tan sólo por las olas, por las olas burlonas... Una barca soy, de huesos... resbalan junto a mí los peces y me tocan y resueno con todas mis flautas blancas una canción, una canción de dolor y de vida. ¿Sin mi tristeza cómo podrían existir tantos hombres felices? Engañador, dame peces nunca atrapados... Una barca soy, de huesos... de miles y miles de años permanecí en las olas, segado siempre por sus hoces azules. Una barca soy, arrasada por la tempestad y sacudida como un hombre que está por vomitar de hambre... Esponjas son mis piernas de hielo... ¡Qué pesado es el mar...! ¡Cómo me oprime el pecho...! ¡Qué pesado resulta para un pescador con las redes rotas y las plantas de los pies como la piel enrojecida en la roca que gime! ¡Cómo me oprime el pecho la titubeante fiera verde...! ¡Fiera, oh, fiera, fiera, fiera! Dame un poco de peces nunca atrapados, dame mi juventud. amarga como tu beso. pero entera. inconmovible. dame mi juventud envuelta en una sola red enorme, pero entera... dame la armadura de soga de mis fatigas... ¿Mas qué escucho? Con todas sus trompetas se me anuncia y lanza el mar peces, sin fin, a mi cabaña... Con los peces tintinea mi cabaña como repleta de monedas... Y, ved, ahora, ved... también la sombra de mi juventud. ¡Acércate, ven, siempre decías tener hambre...! Bien venida... toma cuantos peces quieras, cuantos puedas llevar... Me dan asco, no puedo verlos... Son muchos, muchos, demasiados... Mirad, la enorme red también huye para no verlos, se oculta donde puede. Es un diluvio de peces... ¡Oh, no deseo tantos, no, no he deseado tantos...! Engañador, dame tan sólo los peces que preciso para poder vivir, y un pez de arroz con ellos y dos altas botas hasta la cintura y una estrella de mar que me ilumine las profundidades verdes, donde me hundo más y más...! Y para el corazón la sonrisa de los niños que duermen satisfechos. " epdlp.com |