Los dientes del dragón (fragmento)Juan Eslava Galán
Los dientes del dragón (fragmento)

"Sobre todo evitaba la mancebía, donde, al parecer, los alguaciles buscaban a un enano que había inhabilitado por cinco semanas, eso dijo el médico que cosió los desgarros a las tres mejores coimas del cuñado del jefe de policía, un rufían tracio a cuyo cuidado estaban la famosa cortesana Expira Frígida (antes Expira Candente), y sus amigas la Holgada y la Berrienda.
-Con esos datos que me das y sin tenerlo fichado, difícil veo que le podamos echar el guante -decía el comisario- porque en esta época del año, con las ferias de san Teotecopopos, Constantinopla está llena de enanos forasteros.
-¿Qué más señas particulares queréis que el miembro viril que tiene este delincuente? -protestaba el tracio-. Es de tales dimensiones que sobre esa picha perchaban los siete halcones del emir Halufo.
-¿Percharon los siete? -se admiraba el jefe de la policía.
-¡No, hombre, no percharon, es una comparación! -se sulfuraba el tracio-. ¿Cómo van a perchar en una picha sensible los siete halcones, con esos garrones afilados que gastan?. "



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