La muerte de la luciérnaga "Por doquier hemos buscado la luz a través de la noche la hemos buscado ciegamente al azar y palpando bajo cada hoja, bajo la flor, bajo la aguda roca la hemos buscado incansablemente y con lúcidos pasos en todo el mundo en nosotros en los más oscuros lugares en la desierta ranciedad del horrible insomnio La hemos buscado en la estalactita en los apagados sonidos de las montañas en el pájaro adormecido en la rama del olvido en el perfume del viento en el hálito del foso La hemos buscado en el sueño en los pífanos y en las hermosas cantilenas que adornan el monte de rocío No le conocíamos el rostro, presentíamos su voz en la lejana savia de la raíz en la leche de la hierba bajo la pesada carga del rebaño de piedras que pace el silencio por las praderas del siglo Llegaba lentamente en pequeñas cascadas como un puñado de agua en el rostro adormecido Llegaba lentamente en luminosas síncopas de las que caíamos susurrantes en la pesadilla de la oscuridad Llegaba de todos lados en todos los colores llegaba con todos los sonidos del mar despierto como garganta de mujer, voz de pájaro, clamor de viento de todos los nombres conocidos y desconocidos del mundo que recrea la clara inconstante espuma de las palabras Llegaba como murmullo de lluvia como risa de niño como canción de verano de todas partes de todas las cumbres de todas las oscuridades llegaba de todas las estrellas de todos los surcos de todos los confines del ojo rociado, de la frente frondosa, de la sombra diluida aclamando su nombre a través del fuerte cuerno del tiempo Y mientras divagábamos extasiados en la noche que se despedazaba sobre el gran tema de la hermosa luz no sentimos cómo se apagaba en las palmas abiertas de la aurora la primera luciérnaga pequeña en el umbral del gran sol. " epdlp.com |