La lengua como libertad (fragmento)Manuel Alvar
La lengua como libertad (fragmento)

"Hemos llegado al final. No podemos olvidar los planteamientos teóricos de nuestra ciencia si no queremos perdernos en loas o desvaríos. Cada lengua está ahí, con las particularidades que la caracterizan, ni mejores ni peores; simplemente, suyas e inalienables. Ese instrumento sirve, cualquiera que sea su historia y cualquiera que sea su funcionamiento, para que los hablantes se entiendan con él y los escritores elaboren las obras de arte. Pretender que el talante de un hombre genial es en cada sitio distinto nos lleva a elucubraciones difícilmente comprobables; el escritor, si es genial, romperá los moldes y dirá lo que quiere decir en la lengua que posea. Y lo dirá según exija su tiempo y la sociedad en la que se instaura, pues, de otro modo, no podrá vivir por falta de raíces. Los tópicos no sirven sino para enturbiar las aguas. Y hemos visto cómo son inoperantes muchos de los que suelen repetirse, a pesar de que la parvedad de estas notas no permiten mayor explanación. Y es que, al escribir, cualquiera de los nombres aquí aducidos eran más libres que los críticos que debieran ejercer la objetividad. El problema está en cumplir las tareas sin prejuicios, que es una forma -difícil forma- de ser libre. Hace siglos, fray Francisco de Osuna escribió su Ley de amor, la compuso en un esperadero muy distinto de aquel en el que hoy me asiento, pero sus pretensiones bien valen para lo que me he propuesto, pues en la lengua está su vida que nos lleva a nuestra propia liberación. "


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