Friedebert Tuglas Tarapita (fragmento) "Rara es la vida intelectual de estas últimas décadas, aunque paradójicamente el presente parece ofrecer las condiciones adecuadas para ello. La independencia sigue siendo la vertiginosa ilusión de los líderes y suele derivar en una crisis bélica que disipa el optimismo. En Estonia se hizo eco desde hace tiempo de la reivindicación lingüística, siendo cada vez más las manifestaciones rusas menos toleradas en teatros, escuelas y otras empresas culturales. Es necesario pensar, además, que esta cultura se ha ido incrementando, hallándose hoy en plena floración, a pesar de los obstáculos externos. Toda nuestra vida económica se había basado en el espíritu de la especulación, siendo meros advenedizos en el campo de las tradiciones culturales. La cultura ha de ser cultivada en todas partes, en todo el Cáucaso, pero la triste realidad es que carecemos de comprensión. Nos hallamos sumidos en una miscelánea rusa, alemana y anglosajona totalmente ajena a nosotros. La cultura es la sal de la tierra frente a la apatía y complacencia de la pereza espiritual. Nos libera de la aflicción a través del sentido estético y filosófico del deber. " El Poder de la Palabra epdlp.com