Villette (fragmento)Charlotte Brontë
Villette (fragmento)

"Mi madrina vivía en una hermosa casa en la bella y antigua ciudad de Bretton. La familia de su marido había residido allí a lo largo de las diversas generaciones y, de hecho, llevaba el nombre de su lugar de nacimiento-Bretton de Bretton-, ya fuera por casualidad o porque algún remoto antepasado hubiera tenido tal raigambre como legar su nombre, no lo sé.
De niña, fui a Bretton unas dos veces al año, disfrutaba cada visita. La casa y sus ocupantes me convenían especialmente: grandes habitaciones tranquilas, muebles bien organizados, el claro ancho de las ventanas, el balcón exterior que miraba hacia la calle antigua donde los domingos y días festivos reinaba una atmósfera limpia y pacífica.
Una niña en un hogar de personas adultas se suele volver una silenciosa observadora, apreciando las maneras de la señora Bretton, que había enviudado quedando a cargo de un hijo, antes de que yo la conociera, habiendo muerto su marido, un médico, mientras ella aún muy joven y hermosa.
Ya no era tan joven, como la recordaba, pero todavía permanecía esbelta, y a pesar de su tez un tanto oscura para una inglesa, sus mejillas estaban adornadas por la claridad de la salud y sus hermosos ojos negros mostraban una gran y alegre vivacidad. Su hijo tenía unos penetrantes ojos azules y un largo cabello áureo. Había hererado de su madre el fino perfil, sin embargo, se adivinaba también la promesa de su elevada estatura, porque aún no estaba completamente desarrollado y la posesión de una salud y un espíritu sin mácula, que es la mayor de las fortunas.
En el otoño del año..., mi madrina había reclamado a mis parientes que fijara mi residencia de forma permanente en Bretton. Creo que ella podía vilumbrar la sombra de acontecimientos que yo apenas podía adivinar, a pesar de la leve sospecha que imbuyera en mi ánimo una tristeza irresoluta, haciéndome feliz el cambio de escena y sociedad. "



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