Tarde de mayo. Nubes venturosasEduardo Jordá
Tarde de mayo. Nubes venturosas

"Tarde de mayo. Nubes venturosas.
El olor persuasivo de la hierba
en el viento feliz. Lluvia de flores
del braquichito. Solos, mi hija y yo,
bajo estos árboles, bajo este cielo indescifrable.
Ella coge las flores blancas y con un leve
polvillo púrpura, y las va esparciendo
sobre el césped tranquilo. Los gorriones
gorjean, impacientes como un enamorado.

Tan sólo diez lentos minutos.
Y han sido suficientes
para justificar toda una vida. "



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