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Psohlavci (fragmento) "Había llegado el otoño a la quietud de la fortaleza. En años anteriores fue momento de diversión y júbilo, reuniéndose numerosos invitados a la caza. Este año no hubo una sola búsqueda. Parecía un tanto extraño que el Señor habitara solo en su tranquila residencia, parecida ahora a un monasterio. En todas las habitaciones, tanto en las salas señoriales como en la planta baja reinaba el silencio. El portero permanecía todo el día en su puesto, tenía poca guardia. Las mujeres de Albenreuth se demoraban en sus habitaciones o en la capilla. El capitán se dedicaba a la equitación con más frecuencia, y un cierto pánico se reflejaba en su rostro calmado, preguntándose si debería permanecer en palacio o marcharse. La segunda cosecha había sido buena. Todo parecía volver a la normalidad gradualmente, a pesar de la insubordinación. La pena de la tormenta daría como fruto el orgullo de la nación, incluso para aquéllos que habían huido a Baviera o habían sido condenados. Era necesario expiar la indignación y sacudirse las cadenas de la opresión que oprimían el alma como un carnaval salvaje. " epdlp.com |