Un romance en el mar (fragmento)Alfred Ollivant
Un romance en el mar (fragmento)

"El chico esperaba. No podía hacer otra cosa.
En un minuto, el viejo compañero del Diamond continuó su relato.
En el pasado mes de julio, estaba de permiso en Alfriston. Una tarde decidí ir a dar un paseo en la colina. Distinguí en lo alto de la colina un magnífico puesto de observación. Mantuve la cabeza erguida ante aquella aparición. Era un diamante negro.
-Hola, Bert, dije yo, que venía detrás.
Una oscuridad terrible saltaba a nuestro alrededor.
-Difícilmente le reconocería, con sus mostachos y su encerada pistola.
-¿Ése es Reube?
-Ése soy yo, señor.
Aclaró la expresión del rostro y guardó la pistola.
-Perdón, Reube-dice. Todo hombre que viste ese uniforme se enemista conmigo, con una excepción, la suya.
-Es agradable mirar con honestidad. ¿Qué tal estás, viejo amigo?
-De alguna manera hay que continuar. ¿Lo haré contigo?
-Bueno, si Dios todopoderoso lo permite.
-La multitud puede tener cuentas pendientes, señor.
-Todos los elegidos. No hay hombre que navegue que no pueda estar sujeto a las cadenas y las dificultades, dijo esbozando una pequeña sonrisa.
-Sí, la guerra es inevitable. "



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