Rumbo a Nausicaa "Llamar suave al tiempo, Lila, es consentir que es tarde. Mi nuca mi brazo derecho y el pulso de platina, nunca las llamó así la tierra, como en diciembre-no la tierra que invade las entrañas indefensas, sino aquella cuyo destierro es el flujo de la sangre ¡tan floja! allende los poros, en pos de algún surco más férreo-vivos por sortilegio de lo insensible, sin más imperio que pasar los dedos por ladrillos blancos, como un hilo de barba o menguante de uña disueltos en un vaso: alquimia de llanto. El soplo y la sangre crean, no resucitan. Los muertos aborrecen las llamadas de esperanza. Los niños turban el orden. Los poetas conmueven el caos, afligen el vientre de las mujeres. Y decir suave al sueño, es consentir: Tarde tus senos, Lila, son muy tarde ahora los senos. " epdlp.com |