Ashia (fragmento) "Conseguí tranquilizarle y los dos nos pusimos a discutir con la mayor sangre fría posible acerca de las medidas que debíamos adoptar... He aquí la resolución que tomamos: para evitar cualquier desgracia que pudiera ocurrir, debía acudir a la cita y explicarme honradamente con Ashia. Gaguin se comprometió a quedarse en su casa fingiendo no saber nada referente a la carta... Resolvimos, además, volver a encontrarnos esa misma noche para referirnos lo sucedido. -Tengo puesta en usted mi firme confianza -dijo el muchacho apretándome la mano-. Sea usted indulgente con ella como también conmigo mismo... Pero, con todo, partimos sin falta mañana mismo -añadió levantándose-, ya que no cabe duda de que usted no se casará con Ashia... -Concédeme de plazo hasta la noche -le repliqué. -Como usted quiera... ¡Pero con ella no se casará!... Se fue el muchacho y yo me eché en el sofá cerrando los ojos... Sentí como si mi cabeza girase vertiginosamente; eran demasiadas impresiones las que se habían entrechocado en ella... Me sentí contrariado por la franqueza de Gaguin, como también por la de Ashia, y el pensar en su amor me desconcertaba y me extasiaba al mismo tiempo. No comprendía qué motivo la indujo a confesarlo todo a su hermano y me sentí martirizado por lo inevitable de una decisión que debía ser rápida, casi instantánea." epdlp.com |