Madrugada "Mañanita. La italiana viene a la playa del arroyo. Está derrengada y con sobras de sueño asomándole a los ojos. Tira el hato de ropas a las piedras y queda un momento erguida al sol. La nariz le palpita que ni pecho de paloma. Mastica la boca sin lavar que tiene huellas de plátano y de café. Respira. Al final se despereza irguiendo para los ángeles el seno creador. " epdlp.com |