Venecia (fragmento)Jacques Barzun
Venecia (fragmento)

"El brote de moralidad que terminó con los teatros y los baños no era fingido; era general y puede apreciarse en las vestimentas apagadas, en una mayor austeridad retórica, en unos modales más rigurosos; quizá incluso en la sombría visión de Hobbes del hombre, y en el claroscuro de las obras tardías de Rembrandt. Sea como fuere, la filosofía en boga era el estoicismo. Cistina de Suecia era estoica antes de su conversión al catolicismo; Pascal lo había sido antes de que el azar le convirtiera en fervoroso cristiano; muchos otros, sin haber leído la doctrina estoica en Epicteto, abrazaron el espíritu de sus sobrias expectativas.
Cabe atribuir estos cambios a la oscilación normal de las actitudes sociales -al "molinillo del gusto"- o, en otras palabras, al cansancio y al aburrimiento. Las guerras de Europa central durante una generación entera, y después, traspasado el punto medio del siglo, nuevas contiendas en que tomaron parte Inglaterra, Francia, España y Venecia tuvieron un efecto desalentador sobre los ánimos. Las prolongadas luchas de religión no habían puesto fin a la fe fervorosa; seguía en aumento el número de sectas, y de variaciones dentro de ellas; y estos anhelos, por ser divisivos, mermaron la esperanza en general; la esperanza de vencer los errores de otros y ver cumplirse el plan divino. "



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