La malquerida (fragmento)Jacinto Benavente
La malquerida (fragmento)

"ENGRACIA. Pues va para el año bien mala que estuvo. Nadie creíamos que lo contaba.
DOÑA ISABEL. Dicen que se casa también muy pronto.
FIDELA. Para San Roque, si Dios quiere.
DOÑA ISABEL. Yo soy la última que se entera de lo que pasa en el pueblo. Como en mi casa todo son calamidades... está una tan metida en sí.
ENGRACIA. ¡Qué! ¿No va mejor su esposo?
DOÑA ISABEL. Cayendo y levantando; aburridas nos tiene. Ya ven todos lo que salimos de casa; ni para ir a misa los más de los domingos. Yo por mí ya estoy hecha, pero esta hija se me está consumiendo.
ENGRACIA. Ya, ya. ¿En qué piensan ustedes? Y tú, mujer, mira que está el año de bodas.
DOÑA ISABEL. Sí, sí, buena es ella. No sé yo de dónde haya de venir el que le caiga en gracia.
FIDELA. Pues para monja no irá, digo yo; así, ella verá.
DOÑA ISABEL. Y tú, Raimunda. ¿Es a gusto tuyo esta boda? Parece que no te veo muy cumplida.
RAIMUNDA. Las bodas siempre son para tenerles miedo.
ENGRACIA. Pues hija, si tú no casas la chica a gusto no sé yo quién podamos decir otro tanto; que ninguna como ella ha podido escoger entre lo mejorcito.
FIDELA. De comer no ha de faltarles, dar gracias a Dios, y como están las cosas no es lo que menos hay que mirar.
RAIMUNDA. Anda, Milagros, anda abajo con Acacia y los mozos; que me da no sé qué de verte tan parada.
DOÑA ISABEL. Ve, mujer. Es que esta hija es como Dios la ha hecho.
MILAGROS. Con el permiso de ustedes. (Sale.)
RAIMUNDA. Y anden ustedes con otro bizcochito y con otra copita.
DOÑA ISABEL. Se agradece, pero yo no puedo con más.
RAIMUNDA. Pues andar vosotras, que esto no es nada. "



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