Un murciélago en el camino "Un alma murciélago despierta a la conciencia de sí misma en la oscuridad, en secreto, en soledad. Capaz serías de alzar un sombrero viejo entre los dientes de un trinche y recorrer la boca del puente por el sutil placer de un cierto batir de alas. Delgadas telarañas, uñas infantiles que se clavan al forro del sombrero… Pero no la bajes, no interrumpas otra vez su vuelo, no la niegues; en esta ocasión, déjala en libertad. Sigue su aleteo de murciélago bajo el puente de piedra, bajo la vía del tren rumbo al centro del país y Escocia, y suéltala ahí, en la oscuridad. En un instante proyectará sombras sobre los laureles, brillantes como la luna, o rozará la pared cubierta de una cancha de tenis. En un instante te habrá sacado ventaja en el camino. ¿Qué te propones? Sigues desviándote, volando ciegamente sobre calderos y alambradas, invitada por la caricia de una palabra como peignoir, cruje y resplandece fugaz, seda tornasolada, la cautela de las inundaciones, Tan cerca de mí que la oía respirar, y ahí junto a la ventana iluminada tras los árboles cuelga en enredaderas bordeando la mampostería, ya es una hoja mojada volando en la avenida, ya se halla suavemente cubierta por las sombras trepadoras junto a las Rejas Blancas. ¿A quién se le hubiera ocurrido? En las Rejas Blancas Los dejó hacer su voluntad. Quédate colgada el tiempo que te plazca. No hay nada que esconder. " epdlp.com |