Diario de un aprendiz de cínico (fragmento) "Quisiera tener un pensamiento afirmativo, siquiera para consolidar mis dudas. Tener siempre la razón, oh fastidio: es una suerte de desesperante monogamia. Y ver que todos, razonablemente, queremos tener siempre razón, la razón. Pulir la expresión del pensamiento hasta que parezca de cristal... Y luego, ¿qué? Encerrar la piececilla de cristal en un escaparate de museo para que no se deteriore, y para solaz de tontos y miopes, ¡valiente empresa! -Sólo desearía realizar uno de mis sueños... Soñar infinitamente. -Eso lo han repetido muchos. -No hay sueño que no se haya repetido, como no hay pensamiento que no tenga diversos propietarios. E incontables usufructuarios y aspirantes a su unicidad. Sólo el egoísmo, una cómoda convención, y el resabio del sentido de la propiedad nos hacen imaginar que el sueño y el pensamiento se nos entregan virginalmente, ¡cual si fuéramos dignos de semejante don! -Se enorgullecen de tener muchos hijos. -Cómo se reirán de ellos los peces. De todos modos, me parece un orgullo de peces. La modestia es una bomba de cristal dentro de la cual estamos a salvo de contaminaciones; pero nos limita y nos coarta toda libertad. La pereza nos hace estar de acuerdo con las ideas comúnmente admitidas y con los órdenes establecidos; luego, la pereza es el mejor aliado de toda tiranía. No la combatas -en los demás-, Tiberio. Cuando siento nostalgia de no haber sido un médico, un filósofo o un sacerdote -nostalgia en que palpita siempre una ráfaga de envidia-, me aplico el contraveneno de pensar en la nostalgia que me embargaría entonces por no haber sido un escritor. Sólo que, en tal caso, soñaría con haber sido un gran escritor. " epdlp.com |