Los golfos (fragmento)Carlos Saura
Los golfos (fragmento)

"En todas las ciudades del mundo actual en que el hombre se encuentra solo, es decir, en nuestras grandes ciudades de varios millones de habitantes, existe una serie de gentes que se enfrentan con su soledad y con sus semejantes de una manera más cruda, más elemental, más patética de lo que ya es normal. La prostitución y el hampa son aspectos casi naturales de la vida de las ciudades y de la vida de sus hombres, y sus raíces apenas hay que buscarlas en la miseria o en el hambre de un grupo humano en un momento dado, sino en el radical desamparo histórico y en los naturales instintos de independencia y de lucha fácil que son comunes a los hombres y a las sociedades. En las grandes ciudades del mundo, la vida del hampa tiene sus leyes, sus víctimas, sus ministros, su organización; al mundo del hampa, por un lado, y al del desequilibrio mental y social de las colectividades modernas, por otro, pertenece como un hijo a su padre ese fenómeno creciente y atroz que se llama delincuencia juvenil. España tiene también su hampa y su delincuencia juvenil. Pero como si fuera una isla en medio de un océano de cuero, el sector humano delincuente que vive en las grandes capitales españolas no tiene nada que ver con la delincuencia americana o europea. Hasta en la delincuencia hay un particular matiz ibérico. Aquí no hay bandas de delincuentes juveniles, con su organización, su maestría, sus ‘altas’ miras; aquí hay grupos de hampones, es decir, de golfos. No muchachos desesperados que se estrellan con sus coches a doscientos kilómetros por hora, sino ladronzuelos de los faros de las motos y de tapacubos de automóviles; no asesinos que matan a sangre fría, sino desgraciados que atracan a un taxista o a una vendedora del cupón pro-ciegos: no ‘golpes’ perfectamente organizados, sino robos de sábanas en una azotea de un chalet, de ‘gatos’ de los camiones en un mercado, de carteras en un club nocturno.
Esos son nuestros delincuentes, es decir, nuestros golfos: niños, muchachos, mozos que no tienen casa ni hogar conocidos, vagabundos dedicados a oficios callejeros en ambientes y paisajes ínfimos y miserables. "



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