Mayo (fragmento)Pablo Antonio Cuadra
Mayo (fragmento)

"Calor incubador. Calores húmedos que exprimen a la naturaleza con manos gigantes.
Las hormigas, los zompopos, los comejenes o termitas crían alas y forman nuevos nidos y aldeas nuevas. Vuelos nupciales. Los "chocorrones" encandilados son los payasos de los insectos.
Mes hermoso pero desesperante: lleno de belicosos mosquitos. En el campo orquestas minúsculas pero infinitas acompañan las salidas de la luna. Se incendian en rojo sangre o en rojo anaranjado las copas de los Malinches. Último estallido del amarillo: nueva floración de los Corteces. Flor de mayo. Flor de María. Flor Nicaragua: Sacuanjoche. Icacos.
Cruzan el cielo los Chichitotes rojinegros. El Brinquiño, pajarito negro minúsculo y saltarín, inicia sus vuelos verticales, como chorritos de tinta. En la noche Quiebraplatas y más arriba las Siete Cabritas (las Pléyades), que los Nahuas llamaban los Mil Conejos, se van a buscar otros pastos celestes. También Orión o El Arado termina su oficio en el cielo y baja a tierra: Mayo: mes de bueyes abriendo surcos.
Mayo: mes de transición.
La primera mitad de Mayo es polvo y calor, la segunda calor y fango. Las dos estaciones únicas de Nicaragua -verano e invierno luchan dentro de este mes y luchan sus vientos: Sures y Surestes contra Nortes y Estes (Lestes, dicen los marineros del Lago) hasta que se instala el invierno, a veces con la fuerza brutal del trópico: aguaceros interminables, aluviones, llenas de ríos, quebradas y barrancos.
La literatura nicaragüense despierta con los primeros aguaceros. Renace en la poesía la tierra patria al son de las arpas de la lluvia.
En este mes debió nacer hace milenios el temeroso culto a Tláloc: dios de las aguas y a Cocijo, su ayudante. Sobre los cerros les sacrifican niños cuyos gemidos todavía parecen llenar las calientes noches como tristes violines implorando lluvia. "



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