Memorias de una dama (fragmento)Santiago Roncagliolo
Memorias de una dama (fragmento)

"Al final de la Segunda Guerra Mundial, mientras planeaban la ocupación de Italia, los americanos decidieron tender redes de poder al interior del país para preparar la llegada de sus tropas y sabotear los planes de defensa fascistas. No podían acudir a los partisanos, que eran comunistas, ni a las resistencias antinazis de otros países, que eran extranjeras. Hacían falta italianos organizados y capitalistas con destreza en el uso de las armas y buenos contactos en la política local. Claramente, los únicos que respondían al perfil eran los miembros de las familias de la Mafia.
Varios cabecillas de las principales familias que estaban presos fueron liberados, entrenados en instalaciones militares y enviados a Europa. El más importante de ellos era Lucky Luciano, el hombre que había organizado a la Mafia, sacándola de las destilerías de mala muerte para convertirla en un negocio a nivel nacional. En el acta de libertad de Luciano, el gobierno de los Estados Unidos destacaba su patriotismo, espíritu democrático y fidelidad.
Luciano hizo su trabajo en nombre del mundo libre, y Estados Unidos liberó Italia. Pero terminada la guerra, Luciano comprendió que en ese país no había un futuro para él. Se trataba de un país demasiado pobre, en el que funcionaban ya miles de pequeñas familias con negocios regionales con las que sería muy difícil competir. Era como tratar de instalar un McDonald's en una ciudad donde los clientes no tienen un centavo y los cafés típicos te pueden poner una bomba. Además, a Luciano le faltaba arraigo. En América, la Mafia tenía organizaciones, familias y empresas completamente integradas en la sociedad. Era imposible trasladar todo eso a Europa.
Hizo sus cálculos. Un nuevo negocio asomaba en el horizonte: la cocaína. Llevarla a Estados Unidos podía producir mucho dinero si se encontraba el lugar indicado para trabajar. Un lugar con caletas y radas donde aprovisionar barcos clandestinamente. Un lugar que ya conociese desde la importación de ron durante la ley seca. Un lugar lo suficientemente cerca y lo suficientemente lejos de América. Y ese lugar se llamaba Cuba. "



El Poder de la Palabra
epdlp.com