Mi nombre es Asher Lev (fragmento)Chaim Potok
Mi nombre es Asher Lev (fragmento)

"Me senté en silencio, rígidamente, escuchándolo cantar. Más tarde, ese mismo día, le pregunté a mi madre:
-¿Tendremos que ir en avión a Viena?
-No lo sé, Asher.
-Tengo miedo de viajar en avión, mamá.
No me respondió.
-En Viena no habrá nadie con quien pueda conversar.
-Encontrarás a alguien con quien podrás conversar.
-Papá dijo que irá a Viena para enseñar Hasidus.
-Sí.
-Tú dijiste que papá irá a Viena para ayudar a los judíos de Rusia.
-Sí.
-¿Qué es lo que tiene que hacer realmente papá en Viena?
Mi mamá contestó:
-Ambas cosas.
-Mamá, no quiero ir a Viena. Tengo mucho miedo de viajar en avión. No sé hablar alemán.
-Asher, para nosotros hay razones mucho más importantes que nos llevan a Viena, que las que tú presentas, como decir que no te gusta viajar en avión o que no sabes hablar alemán.
-¿Qué razones, mamá?
Me respondió:
-Razones, pero no hace al caso, Asher. De todas maneras iremos.
Mi antepasado mítico se me apareció esa noche en los bosques, grande, montañoso, vestido de caftán oscuro y con un gorro ribeteado de piel, caminando pesadamente entre los árboles, haciendo temblar la tierra, temblar las montañas, tronar su voz. Yo no podía oír lo que su voz decía. Me desperté aterrorizado y permanecí acostado e inmóvil, escuchando en la oscuridad. Necesitaba ir al lavabo, pero tenía miedo de abandonar la cama. Me acurruqué debajo de la manta hasta quedar dormido. Luego, como si el momento en que estuve despierto hubiera sido una tregua o el entreacto de una obra, lo vi otra vez, atravesando cedros gigantes. Me levanté y fui al lavabo. Permanecí en el baño tiritando. No quería retornar a la cama. Permanecí escuchando en la noche; después atravesé el pasillo y fui hasta la sala. Estaba oscuro, agrietado y pude oír los ruidos del tráfico nocturno a través de la ventana. Abrí las tablillas de la persiana y, por las rendijas, miré la calle. La noche era clara. Aunque no alcancé a ver la luna, una luz blanca azulada, clara y fría, como un resplandor espectral, cubría el bulevar y extendía las sombras de los edificios y de los árboles a través de las aceras. Vi caminar a un hombre bajo los árboles. Un hombre de altura mediana, con una barba oscura, un abrigo oscuro y un burdo y oscuro sombrero. Lo vi caminar entre las sombras de los árboles. Después dejé de verlo. Luego volví a verlo caminar lentamente bajo los árboles. Desapareció nuevamente y ya no supe realmente si lo había visto o no, si me había quedado dormido antes o si ahora estaba despierto, o si había estado despierto antes y ahora estaba soñando. Volví a verlo, caminaba muy despacio, solitario; más tarde desapareció en una sombra. No recuerdo haber regresado a la cama. Sólo sé que por la mañana descubrí el blanco cielo raso de mi habitación y que me sentía ligero, ágil y liberado, como si estuviera flotando en la sombra que los oscuros árboles arrojaban bajo la luz de la luna. "



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