Palabra de cine (fragmento)José Luis Borau
Palabra de cine (fragmento)

"-Palabra de cine: su presencia en nuestro lenguaje-
No creemos necesario recordar a estas alturas que, dentro del campo literario en general y del narrativo en particular, lo mismo hablan las criaturas que pueblan el relato de turno como quien se toma el trabajo de describirnos sus penas y alegrías, y que, en consecuencia, tanto cabe considerar diálogo lo que aquéllas sueltan por su boca como el monólogo que este último recita frente al lector. Todos tienen una voz, y todos le dan a la húmeda según el gusto y entender de cada cual.
Distinción entre ambos lenguajes -el de los personajes y el del autor- que no siempre resulta fácil de establecer a causa de dos opciones singulares. Una, que la narración pretenda pasar por subjetiva, y el autor haya decidido expresarse conforme lo habría hecho alguna de sus criaturas, sea o no protagonista del relato, erigiéndose así en testigo mayor de los acontecimientos, lo cual con frecuencia le conduce directamente al pastiche por elegir una voz que dista de ser la suya propia. Buen ejemplo, aun cuando no presente connotaciones cinéfilas, podría ser el Pascual Duarte de Cela.
Y otra que, sin pretender la subjetividad, el autor haya preferido por alguna razón empastar su voz de tercera persona con el conjunto de la invención, manteniendo el tono general de la misma; caso bastante menos frecuente pero que no por ello deja de darse entre algunos escritores, digamos roceros, de la talla de un Baroja o un Gutiérrez Solana en el pasado, o de Juan Marsé en nuestros días.
En cualquier caso, y junto a la descripción en prosa, es el diálogo un elemento caracterizador del relato. Secundario a fin de cuentas -excepto en casos de novelas enteramente habladas como puedan ser La Celestina o Paradox rey-, pues sólo en el teatro llega a constituirse en sustancia obligada, pero importantísimo a la hora de definir individualmente a los personajes, aparte de ser un dato de primera mano en cuanto a las formas y maneras de expresarse que pueda alcanzar una sociedad o un grupo en un tiempo determinado.
En la pantalla ocurre otro tanto. Los diálogos no sólo ayudan a comprender la situación en que se encuentran los personajes, sino que redondean su caracterización y acaban de situarnos en el género fílmico donde mejor encaja la historia. Son o pueden ser, además, consecuencia de todo un movimiento cinematográfico, sobre todo si, como ocurre con el neorrealismo italiano, dicho movimiento tuvo a su vez un origen literario. En cuanto a la llamada voz en off, monólogo que corre en principio a cargo del supuesto autor o testigo principal de la acción, viene a sustituir al narrador tradicional en el campo de la invención literaria. "



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