Conocimiento y error (fragmento)Ernst Mach
Conocimiento y error (fragmento)

"Puede definirse la experimentación física como la búsqueda autónoma de nuevas reacciones o de nuevas relaciones. Ya la hemos visto intervenir como consecuencia natural de la experimentación mental en los casos en que ésta no podía decidir sino difícilmente, incompletamente o en forma alguna. Una observación fortuita puede también llevarnos a investigar nuevas reacciones y nuevas relaciones: podemos observarlo en los animales y en nosotros mismos, si prestamos alguna atención. En estos casos, tenemos el derecho de hablar de una experimentación instintiva.
Pero si una observación fortuita nos recuerda en forma desacostumbrada una relación ya conocida, todavía más, si ella se encuentra en oposición manifiesta con aquello a que estamos habituados, ella nos impulsa a la experimentación física. Los casos de este género son numerosos: citemos solamente la lámpara en que Galileo observa las oscilaciones, las franjas coloreadas que nota Grimaldi, los colores de las pompas de jabón de Boyle y de Hooke, la rana de Galvani, la aguja magnética donde un disco de cobre amortigua las oscilaciones, etc. Todos los experimentadores pueden encontrar en sus propios recuerdos ejemplos análogos.
(...)
En un círculo estable y familiar de experiencias en las que los pensamientos bien pronto se han adaptado en forma prácticamente suficiente, raramente nos encontramos frente a problemas. Pero sí, por razones cualesquiera, el círculo de experiencias se amplía, estamos puestos en contacto con hechos hasta entonces desconocidos a los cuales nuestros pensamientos no se adaptan suficientemente, si los resultados de la nueva adaptación no concuerdan con los de las adaptaciones anteriores, nuevos problemas surgen como lo muestra la historia de la civilización y de la ciencia. El desacuerdo entre los pensamientos y los hechos, o el desacuerdo de los pensamientos entre sí, he ahí el origen de los problemas. No podemos tener en cuenta hechos hasta entonces ignorados. Intervienen sin que lo hayamos previsto o a pesar de nuestras previsiones, por azar, lo que no quiere decir sin regla, sino simplemente sin que conozcamos sus condiciones y sin que podamos ejercer influencias sobre ellos. El azar psíquico ensambla los pensamientos que quizás estuviesen desde mucho tiempo atrás en la cabeza de un individuo sin actuar el uno sobre el otro. El azar acusa así en la mayor parte de los casos, las discordancias que existen entre los pensamientos y los hechos, y haciéndolos más sensibles, impulsa a una adaptación más perfecta. En la génesis y la solución de los problemas, el azar no es un accesorio; obedece a la naturaleza de las cosas. "



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