Agua, de Por los muertos de la UniónRobert Lowell
Agua, de Por los muertos de la Unión

"Era una ciudad de langostas de Maine, cada mañana botes llenos de manos partían hacia las canteras de granito de las islas, y dejaban atrás docenas de desnudas casas blancas de madera adheridas como conchas de ostra a una colina de roca. Y debajo de nosotros, el mar lamía los desnudos y pequeños laberintos de palos de cerilla de una esclusa, dónde se atrapaban los peces para cebo. Recuerdas? Nos sentábamos en una laja de roca, desde esta distancia en el tiempo, parece del color del iris, pudriéndose y volviéndose más púrpura, pero no era más que la habitual roca gris que se volvía del habitual color verde cuando el mar la empapaba. El mar empapaba la roca a nuestros pies todo el día y continuaba arrancándole trozo tras trozo. Una noche tú soñaste que eras una sirena aferrada a un pilón de un muelle, y que intentabas arrancar los percebes con las manos. Deseábamos que nuestras dos almas pudieran regresar como gaviotas a la roca. Al final el agua resultó demasiado fría para nosotros."


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