Mito y lenguaje (fragmento)Ernst Cassirer
Mito y lenguaje (fragmento)

"Según Usener, la capa más primigenia hasta la que puede remontarse nuestra búsqueda de los conceptos religiosos es la de los "dioses momentáneos", tal como dicho autor suele llamar a este tipo de imágenes, nacidas de la necesidad de la necesidad momentánea o del sentimiento específico de un instante crítico. Los "dioses momentáneos" brotan de la excitabilidad de la fantasía mítico-religiosa, y todavía llevan la marca de toda su originaria movilidad y fugacidad. Pero parecía que los nuevos hallazgos que han puesto a nuestra disposición la etnología y la historia comparada de las religiones durante las tres décadas subsiguientes a la aparición de la obra de Usener, nos permitieran retroceder aún más. Pocos años antes de la publicación de la obra principal de Usener apareció el trabajo de Codrington (misionero inglés) titulado: The Melanesians: Studies in their Anthropology and Folklore (1891), libro que enriqueció la historia de las religiones con un nuevo e importante concepto. Para Codrington, la raíz de toda religión de los melanesios es su creencia en una "fuerza sobrenatural", que penetra a través de todo ser y acontecer, y que puede estar presente y obrar en los objetos o en las personas, pero que nunca está exclusivamente ligada a un determinado y singular objeto o sujeto como si fuese su portador, sino que puede trasladarse de cosa en cosa, de sitio en sitio, de persona en persona. Desde este punto de vista, la existencia de las cosas y la actividad de los hombres parecen estar enraizadas, de algún modo, en un "campo de fuerzas" mítico, en una atmósfera de poderío que penetra a través de todo, y que puede aparecer como concentrada en algunos objetos extraordinarios que fueron sacados del reino de lo común, o en personas aisladas, provistas de un don especial de mando, tales como guerreros sobresalientes, caciques, magos o sacerdotes. La esencia de esta cosmovisión, de este concepto del Maná, tal como Codrington lo señala entre los melanesios, consiste, más que en una incorporación particular, en la noción de un "poder" en general, todavía indeterminado e indiferenciado, que se puede manifestar tan pronto en esta como en aquella forma, tan pronto en este como en aquel objeto; y tal poder es venerado por su "santidad", a la par que temido por los peligros que encierra, pues a este poder positivo -Maná- corresponde el poder negativo: Tabú. Toda manifestación de poderío divino, preséntese en personas o cosas, en seres animados o inanimados, cae fuera del dominio de lo "común" y pertenece a una especial esfera de la existencia, que está separada del ámbito cotidiano y profano por medio de rígidas líneas divisorias y mediante determinadas medidas protectoras y preventivas. "


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