La alimentación de Madrid en el siglo XVIII y otros estudios madrileños (fragmento)Vicente Palacio Atard
La alimentación de Madrid en el siglo XVIII y otros estudios madrileños (fragmento)

"A ningún madrileño que haya vivido en 1936 hace falta recordarle el campo de batalla que fue la Ciudad Universitaria durante más de ochocientos sesenta días, desde el 15 de noviembre de 1936 al 28 de marzo de 1939. El "frente de Madrid" y la "batalla de Madrid" tuvieron en ese lugar su punto clave. En él, las posibilidades tácticas quedaron supeditadas a las exigencias psicológicas de la guerra civil. Sólo en razón de estas exigencias psicológicas se explica la tenacidad en sostener la línea de fuego de la Ciudad Universitaria. Las consecuencias que se dedujeron en el orden militar fueron importantes, tal vez decisivas. En cuanto a las consecuencias de orden material, fueron, inevitablemente, dañosísimas para las obras e instalaciones emplazadas en aquel recinto.
Los primeros edificios construidos en el entonces nuevo campus universitario de la Moncloa, apenas estrenados algunos en 1936, otros a medio levantar, sufrieron graves destrucciones como consecuencia de la lucha: las Facultades de Medicina, Farmacia, Ciencias y Filosofía, las Escuelas de Arquitectura, Agrónomos, Odontología, el Hospital Clínico, la Central térmica, la Residencia de Estudiantes, entre otros. Por eso, una vez restablecida la paz comenzó a ritmo rápido la reconstrucción de lo dañado y se iniciaron las obras de nueva planta de los edificios que habían de completar y ampliar el programa de construcciones. En 1942 se terminaba el acondicionamiento de las Facultades de Filosofía y Letras, Ciencias (Sección de Químicas) y Farmacia, así como las obras de las Escuelas de Arquitectura y el Colegio Mayor Ximénez de Cisneros. En 1943 se reanudaban las actividades docentes en la resucitada Ciudad Universitaria.
A punto de cubrirse estrictamente las primeras necesidades de la enseñanza, o las relativas a accesos y comunicaciones, podía pensarse ya en el ornato y embellecimiento del conjunto urbanístico integrado en aquel recinto. De ahí que en la sesión celebrada por la Comisión Permanente de la Junta de la Ciudad Universitaria el 26 de febrero de 1942, el entonces ministro Ibáñez Martín encargará "al Gabinete técnico que trace algún croquis para una gran puerta o arco triunfal que pueda tener emplazamiento a la entrada de la Ciudad Universitaria por la plaza de la Moncloa", según se dice en el acta.
A esta iniciativa corresponde un primer apunte a lápiz de don Modesto López Otero. Lo esencial de ésta se conserva en los proyectos posteriores, si bien gana luego en altura y proporciones. En 1943 se dio forma al proyecto tal y como sería ejecutado más adelante con algunas variantes. El conjunto monumental se compondría de un Arco de Triunfo, delante del cual se alzaría sobre un pedestal la estatua ecuestre del Generalísimo. "



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