El ángel caído (fragmento)Harold Bloom
El ángel caído (fragmento)

"En la Biblia hebrea no hay ángeles caídos puesto que éstos no son una idea judaica. El Satanás del libro de Job es un fiscal, un funcionario de Dios que goza de buena reputación. En Isaías 14, 12-14, cuando el profeta canta la caída de la estrella de la mañana, se refiere al rey de Babilonia, y no a un ángel caído. En Ezequiel 28, 12-19 hay también una mala interpretación cristiana similar cuando el príncipe de Tiro cae de su posición de "querubín protector", o guardián del Edén y es expulsado por Dios. A pesar de la agudeza de Shelley, diría que en realidad el Diablo tenía una deuda con san Agustín, teólogo cristiano del siglo IV de nuestra era, sin duda el más importante de todos los pensadores cristianos. Lo que podríamos denominar el Satanás cristiano es fundamental en La ciudad de Dios, en la que se nos explica la historia de la rebelión de Satanás, propiciada por su orgullo y reprimida antes de la creación de Adán, por lo que la posterior seducción de Adán y Eva por parte de Satanás es secundaria a la caída de los ángeles. San Agustín también inventó la original idea, en absoluto judaica, de que Adán y Eva fueron creados por Dios para reemplazar a los ángeles caídos. A causa de la caída de Adán y Eva, somos culpables y pecaminosos para toda la eternidad. Sólo Cristo puede redimirnos de esta culpa. "


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