Francisco Goya y Bartolomé José Gallardo (fragmento)Antonio Rodríguez-Moñino
Francisco Goya y Bartolomé José Gallardo (fragmento)

"La expatriación de Gallardo en Inglaterra duró los siete mal llamadas años: de 1814 a 1820. Conocidos son sus trabajos de bibliógrafo en Londres y el celo con que se dedicó a leer, estudiar y extractar cuantos libros había en bibliotecas públicas o privadas de la ciudad. Pero soterrañas existían otras actividades políticas de las que alzaremos un poco el velo en líneas más adelante.
Sánchez Cantón ha exhumado unos párrafos de Gallardo impresos en 1835, aunque relativos a esta época de exilio voluntario. Nuestro bibliógrafo tenía el deseo de publicar una edición del Quijote ilustrada de modo primoroso, y durante mucho tiempo meditó sobre cuáles eran los mejores pasajes, los que más se prestaban a una interpretación plástica. Sus proyectos se los consultó a Goya y éste le escribió aprobándolos. Leamos sus propias palabras:
"Con este mi peculiar modo de ver en Bellas-Artes, y examinando el punto tan remiradamente, tenía (digo) estudiados nuevos asuntos para las láminas del Quijote, que consultados con él gran Goya, habían merecido su aprobación. Goya era un pintor filósofo: acuérdome bien de que contestándome sobre este punto a Londres por mano de un Caballero inglés que hoy reside en Sevilla, me decía que en tiempos había él fantaseado unos Caprichos originales con el título de Visiones de D. Quijote, en que por nuevo estilo pintaba las fantasías del lunático caballero de la Mancha. Sólo el pensamiento éste de Goya es ya una creación artística, propia de su travesura."
Fácil es conjeturar la fecha de estas relaciones, que no encajan más que en el período en que Gallardo estaba en Inglaterra, es decir de 1814 a 1820, época en la cual nuestro bibliógrafo, como vemos, no escasean los testimonios de su admiración por el genial pintor de Fuendetodos.
Por desgracia no se conservan casi pruebas reales de esta proyectada (o realizada) obra goyesca. Entre los innumerables dibujos del maestro existentes hoy, sólo dos tienen tema quijotil: de uno de ellos sabemos cuando lo realizó, pues es el rechazado para la edición académica, la impresa por Ibarra en 1780; del otro, conservado en la preciosa colección del British Museum, apenas conocemos dato alguno de fecha.
"Es [este último] —dice Sánchez Cantón — creación impresionante, guárdase en el Museo Británico, y grabada por Braquemondi, ilustra el artículo de Carderera sobre Goya que se publicó en el [sic] Gazette des Beaux Arts, en 1860. El dibujo, con aguatinta sepia ligerísima, es magistral y en mi sentir obra muy posterior a la escena de los Alcaldes y en relación con estampas de los Caprichos, en especial con la del Sueño de la Razón."
Ni Gallardo tuvo ocasión de realizar su empeño, ni, al parecer, Goya llevó a la práctica sus proyectadas Visiones de don Quijote. ¡Qué magnífica tarea planeada por el doctísimo bibliógrafo y realizada por el genial artista!. "



El Poder de la Palabra
epdlp.com