© epdlp 1799 | 30 años Iglesia de San Fernando de Torrero Zaragoza | España | 
1805 | 36 años Capilla del Santo Cristo Mallén. Zaragoza | España |
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© epdlp 1799 | 30 años Iglesia de San Fernando de Torrero Zaragoza | España |
1805 | 36 años Capilla del Santo Cristo Mallén. Zaragoza | España |
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Biografía: Arquitecto y pintor español nacido en Zaragoza. Por su completa formación académica y su dilatada actividad profesional, es uno de los exponentes más representativos de los límites, características y posibilidades que la arquitectura neoclásica tuvo en Aragón. Toda su vida estuvo en estrecha relación con las obras de construcción del Canal Imperial de Aragón, donde empezó a trabajar a fines de mayo de 1785 como ayudante de su padre. Inició su aprendizaje en la Escuela de Dibujo y paralelamente, entre 1788 y 1792, siguió los cursos de la Escuela de Matemáticas. Al concluir estas enseñanzas, e inaugurarse las clases de la Real Academia de Bellas Artes de San Luis en 1792, ingresó en sus aulas para ampliar y perfeccionar sus estudios de dibujo y arquitectura. Junto a estos amplios conocimientos artísticos y científicos adquirió una excepcional instrucción mecánica del oficio, pues continuó trabajando constantemente en el gabinete de delineación y obras del Canal, donde fue, durante algunos años, ayudante del director facultativo Fernando Martínez Corcín. Un hito fundamental en este proceso de formación práctica lo constituyó su nombramiento, en 1796, como aparejador-encargado para la construcción de la nueva iglesia de San Fernando de Torrero, ejemplo significativo de la recuperación propugnada desde la Academia de un lenguaje clásico. Pero el desarrollo de su carrera se vio interrumpido por el inicio de la guerra de la Independencia, que marginará su labor creativa por una actividad tendente a paliar los «desastres de la guerra». Al terminar la guerra alcanzó el punto más brillante de su biografía, ocupando junto a su compañero el arquitecto Ambrosio Lanzaco la dirección de Arquitectura de la Real Academia de San Luis y la dirección técnica del Canal Imperial. Además, personalmente, fue elegido regidor del Ayuntamiento de Zaragoza, y poco después arquitecto municipal. Desde todos estos destinos ejerció, durante poco más de una década, un control absoluto de la arquitectura aragonesa, orientando su enseñanza y supervisando la mayoría de los planos, peritajes y tasaciones de las escasas obras que se realizaban. A este período corresponderían algunos de sus proyectos más importantes (desgraciadamente no conservados), es decir: el diseño de la nueva Puerta de Santa Engracia, con la transformación urbana del paseo inmediato y los planes para reconstruir el antiguo edificio de la Universidad. Poco a poco su actividad iría girando hacia la ingeniería civil, campo en el que aprovecharía para perfeccionarse, en 1829, durante su estancia de seis meses en Francia. A partir de estos hechos la evolución de su carrera resulta un reflejo del desenvolvimiento de la historia de la construcción en la España del siglo XIX, que verá decaer la figura del arquitecto frente al éxito social creciente del ingeniero, como nuevo instrumento de la política estatal. © GEA |
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