1625 Crux Fidelis Biografía: Rey de Portugal, primer miembro de la Casa de Braganza que subió al trono portugués, nacido en Vila Viçosa, que recibió el apodo del Afortunado. Representó las aspiraciones independentistas de Portugal frente a la corona de España. En 1640, con el triunfo de la sublevación independentista, una junta de nobles le concedió la corona. Con anterioridad a la sublevación, Juan, era el octavo duque de la Casa de Braganza, la más rica de las familias nobles portuguesas. Contrajo matrimonio con Luisa de Guzmán, hija del duque de Medina Sidonia. Los deseos independentistas portugueses se centraban en una serie de agravios que se habían producido desde que Felipe II adquiriese los derechos sucesorios al trono portugués en 1581. El 1 de diciembre de 1640 los nobles proclamaron rey de Portugal al duque de Braganza, que asumió el trono con el nombre de João IV. En los comienzos de su reinado se alió con los enemigos de Felipe IV, al que logró derrotar en la batalla de Montijo de 1644. Pero la amenaza de los comerciantes holandeses sobre el imperio portugués pronto desvió las energías y los ejércitos portugueses hacia la defensa de Brasil. Entre 1649 y 1654 derrotó en repetidas ocasiones a la escuadra holandesa en las costas brasileñas, con lo que logró recuperar parte de los territorios perdidos. João IV restauró la economía y la hacienda pública mediante una fuerte subida de impuestos y con la incautación de las propiedades de todos aquellos acusados de colaborar con la monarquía hispánica frente a la corona portuguesa; restauró la economía y la agricultura e impulsó la vida económica en general, revelándose como un buen gestor. Aprobó un impuesto especial sobre el vino y el pan como medio de equilibrar las finanzas del país. Del mismo modo, gracias a sus victorias militares logró recuperar parte del prestigio perdido por Portugal en las décadas anteriores. La actividad diplomática fue febril, situó a sus embajadores en las principales cortes europeas. Su decisión de devolver a Portugal el prestigio perdido le llevó al extremo de vender sus joyas personales para sufragar operaciones militares. Cultivó con especial esmero la música, compuso piezas de música sagrada, y dejó varios tratados sobre este arte, Defensa de la música contra la errada opinión del obispo Cirulo Franco, Concordancia de la música y Tratado de música. Falleció en 1656, dejando como heredero un Consejo de Regencia presidido por su esposa, ya que el hijo de ambos, Alfonso VI, era menor de edad. Su hija, Catalina, contrajo matrimonio con el rey inglés Carlos II el 21 de mayo de 1662. © Juan Antonio Castro Jiménez |