![]() 1932 ![]() Biografía: Compositor belga nacido en Brujas, en el seno de una adinerada familia burguesa católica aficionada a la cultura y a la música. Estudió música desde su infancia y al llegar a la adolescencia decidió dedicarse a la misma. Su padre que era abogado murió cuando tenía siete años y su madre quería que siguiera la tradición familiar. Estudió Filosofía y Derecho en la Universidad, pero sin dejar sus actividades musicales. Sin demasiadas lecciones empezó a componer y su madre dejó que finalmente se las enseñara a Edgar Tinel, en aquellos momentos uno de los músicos más apreciados en Bélgica. Una de sus primeras obras es el Idilio Místico para soprano y orquesta Op.30 (1901), basado en textos bíblicos del Cantar de los Cantares, dedicado a su esposa. También escribe diversas obras de música de cámara, entre ellas el Quinteto para piano Nº 1 en la menor Op.32 (1901), siendo una de sus obras más interpretadas y el Cuarteto de cuerda Nº 2 en fa menor Op.36 (1903). Agnus Dei es un impresionante oratorio en cinco partes escrito en una armonía hija de Cesar Franck con influencia de Wagner. Obra austera reflejando un gran misticismo. La I Guerra Mundial afectó gravemente su situación financiera, cuando tenía una gran familia que mantener. Se vio obligado a buscar un puesto de trabajo y en 1924 fue nombrado director del Conservatorio Municipal de Brujas, una función a la que acompañaba una tarea docente. Lo asumió con cierta reticencia, pero descubrió que disfrutaba con la enseñanza, incluso lamentando no haber entrado en la profesión docente hasta sus 54 años. Siguió componiendo, aunque a un ritmo más lento. Además, dejó de componer oratorios, que consideraba sus obras más importantes, pero eso se debió también por la muerte de Charles Martens (1866–1921), su libretista al igual que su mecenas, incansable defensor de su música y sobre todo su amigo. Flos Carmeli es una cantata para soprano, coro femenino, pequeña orquesta y piano compuesta en 1932. Escribió seis sinfonías, pero destruyó la primera. Las cinco restantes tuvieron menos éxito que sus oratorios, aunque todas fueron interpretadas. Ryelandt se mostró muy activo, recibió varios honores, le pidieron que compusiera un Tedeum para el centenario de la independencia de Bélgica, fue nombrado miembro de la Academia Belga en 1937 y recibió el título de Barón en 1938. Pero su vida privada fue entristecida por el lento deterioro de la salud de su esposa, quien murió en 1939. La II Guerra Mundial con las miserias y preocupaciones que conllevaba hicieron que su composición se ralentizara aún más. No escribió nada en absoluto entre 1940 y 1942, y solo unas pocas obras de música de cámara entre 1943 y 1948, cuando dejó de componer por completo. En 1943, la administración alemana obligó a Ryelandt a renunciar de su cargo, pero fue reincorporado después de la liberación de Bélgica en 1944. En 1945 se jubiló. Dedicó su retiro a la literatura, escribiendo poesía, incluidas varias traducciones al francés de su poeta favorito en lengua neerlandesa Guido Gezelle y leyendo clásicos, muchos de ellos con fuertes contenidos religiosos. Murió a los 95 años, en su amada Brujas y sin molestar a nadie, como había deseado, después de una breve enfermedad. La producción de Ryelandt es mayor que lo reflejado por su último número de opus, 133, o de los 117 números de opus que no repudió. Ryelandt destruyó no solo las obras inéditas, sino también algunas publicadas. Murió el 29 de junio de 1965 en Brujas. © Francesc Serracanta |