1951 Le microphone bien tempéré  1º Mov.
1962 Le voyage 1ª Secuencia.Biografía: Compositor francés, principal exponente de la música concreta junto a Pierre Schaeffer, pionero de la música electroacústica y uno de los más descollantes músicos galos del siglo XX. Nacido en París, tras realizar sus estudios musicales académicos en el conservatorio parisino con Nadia Boulanger y Olivier Messiaen, entre otros, en 1949 trabará contacto con Pierre Schaeffer, junto al que fundará el denominado Grupo de Investigación sobre Música Concreta, suerte de laboratorio sonoro donde se postularán los principios estéticos de la música concreta (teorizada por el muy sistemático Schaeffer, pero llevada a su máxima expresión artística por Henry -cuya preparación musical e intuición creadora, a este respecto, eran superiores a las de su colega-); en cualquier caso, el trabajo musical de sendas personalidades cristalizará en la ‘Symphonie pour un homme seul’ (1950), primera obra importante de la música concreta y uno de los hitos sonoros indiscutibles de la década, donde ya aparecen codificadas las peculiares características de esta corriente, centradas en el amplio campo de los sonidos “concretos” o reales, sometidos a procesos de manipulación diversos. Idénticos presupuestos vehicula ‘Le microphone bien tempéré’ (1951), donde el guiño al gran Bach explícito en el título no es meramente paródico: tras su aparente caos estructural, la obra presenta una muy elaborada búsqueda de efectos expresivos, agotando (y, a su manera, amplificando) los limitados márgenes de la incipiente música concreta. Tras desvincularse de Schaeffer, Pierre Henry iniciará una nueva etapa investigadora, progresivamente escorada hacia la música electroacústica, elaborando sofisticados ensamblajes sonoros y musicales, en ocasiones gratuitamente enfáticos y henchidos de un naturalismo muy evidente, mas plenamente acordes con su tiempo. La década de 1960 aparece dominada por sus tres obras capitales: ‘Le Voyage’ (1962), de inspiración tibetana, apunta hacia una metafísica musical a gran escala, recurriendo tanto a la música concreta como a la música pura; la ‘Messe de Liverpool’ (1967) es un fastuoso fresco sonoro que entronca en espíritu con las grandes misas medievales, escrito expresamente para la inauguración de la catedral que da nombre a la obra, aunque manteniéndose fiel a la retórica vertida por el autor en sus obras previas; el impresionante ‘Apocalypse de Jean’ (1968), en fin, puede considerarse su empeño más ambicioso, un trabajo tan desmesurado como desequilibrado, donde las genialidades y excesos del autor limitan con todo una obra dotada de voz propia. © José Antonio Bielsa Su obra cinematográfica en El Poder de la Palabra |
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