1927 Cuarteto de cuerda nº 1 1930 Introducción y Allegro Biografía: Compositor francés nacido en el seno de una familia de grandes científicos –su padre Élie y su hermano mayor Henri, matemáticos de prestigio mundial, y el brillante físico Louis, mártir de la Resistencia–, alumno de composición en el Conservatorio de París de Widor y Dukas, aunque consideraba a Albert Roussel, Debussy y Stravinsky sus auténticos maestros. Afectado de tuberculosis, tras un prometedor arranque de carrera con una docena de obras de los más diversos géneros –camerístico, vocal (Chants d’été, ciclos de mélodies sobre Villon, Mallarmé o Tristan Klingsor), orquestal (A la memoria de Dante) y coral (Pater, para solistas, coro y orquesta)–, falleció en un sanatorio a poco de cumplir 25 años. Aunque adscribible al neoclasicismo de entreguerras, nada hay en la música de Cartan que suene a fórmula o pastiche; rigor constructivo, capacidad para integrar en una voz personal los elementos más dispares (canciones populares, sarabandas barrocas, ecos beethovenianos, danzas americanas), distinción e imaginación melódicas, uso eficaz de la disonancia, vigor rítmico, son todos ellos rasgos estilísticos de una música original, de honda entraña poética y autenticidad expresiva. Dos cuartetos de cuerda –vibrante, arrollador, rico de vida y contrastes, el sucinto primero en cuatro movimientos, mientras que el maduro segundo, de complejidad contrapuntística y tonalidad emancipada, consta de tres–, una Introducción y Allegro para piano y quinteto de vientos de delicioso encanto pastoral, y una Sonatina para flauta y clarinete (estrenada en Oxford en el festival de la SIMC de 1931) que no tiene nada que envidiar al joven Poulenc, componen este fresco compositivo que nos deja con afán de conocer el resto del legado de quien era mucho más que una promesa en su temprana desaparición. © Santiago Salaverri |