1959 | 28 años Il tempo si è fermato Il tempo si è fermato D: Ermanno Olmi M: Pier Emilio Bassi |
1978 | 47 años Arbol de los zuecos, El L'albero degli zoccoli D: Ermanno Olmi M: - - Johann Sebastian Bach |
1988 | 57 años Leyenda del santo bebedor, La Leggenda del santo bevitore, La D: Ermanno Olmi M: - - Igor Stravinsky |
2001 | 70 años Oficio de las armas, El Il mestiere delle armi D: Ermanno Olmi M: Fabio Vacchi | |
2003 | 72 años Cantando dietro i paraventi Cantando dietro i paraventi D: Ermanno Olmi M: Han Yong |
2007 | 76 años Cien Clavos Centochiodi D: Ermanno Olmi M: Fabio Vacchi |
2014 | 83 años Torneranno i prati Torneranno i prati D: Ermanno Olmi M: Paolo Fresu |
Otros Films: 1961 EL EMPLEO 1962 I FIDANZATI 1964 E VENNE UN UOMO 1967 RACCONTI DI GIOVANI AMORI 1968 UN CIERTO DIA 1970 I RECUPERANTI 1971 DURANTE L'ESTATE 1973 LA CIRCUNSTANCIA 1983 CAMMINA, CAMMINA 1987 LARGA VIDA A LA SEÑORA 1993 IL SEGRETO DEL BOSCO VECCHIO Biografía: Director de cine italiano, nacido en Bérgamo. Nacido en el seno de una modesta familia de recios principios católicos, donde la precariedad económica era frecuente, a los quince años abandonó los estudios para trabajar en una fábrica de Milán. El sueldo que le proporcionaba dicho empleo estable era fundamental para el mantenimiento del núcleo familiar, puesto que el padre, obrero ferroviario, había fallecido durante la Segunda Guerra Mundial, teniendo la madre que empezar a trabajar en las fábricas Edison. Sin embargo, en sus horas libres, Ermanno Olmi realizó cursos de declamación en la Academia de Arte Dramático de Milán, al tiempo que teatro aficionado y fotografía. Estas inquietudes acabaron teniendo una salida profesional a través de Servizio Cinema, una sociedad creada por las fábricas Edison para la realización de documentales sobre el desarrollo de la industria italiana. Olmi rodó así entre 1953 y 1961 numerosos cortometrajes sobre canteras alpinas, construcción de pantanos o tendidos de líneas eléctricas, lo cual le permitió experimentar con técnicas de laboratorio fotográfico y nuevas tecnologías cinematográficas. Durante esa época rodó además algunos cortometrajes de ficción como Grigio, en el que su amigo Pier Paolo Pasolini ejerció de coguionista. Su debut en el largometraje se produjo con El tiempo se ha parado, a la que siguió El empleo, que entroncaba con una derivación de la corriente neorrealista que tantos éxitos internacionales le había reportado al cine italiano. Este relato sobre la búsqueda de un empleo por parte de dos jóvenes supuso el primer éxito internacional de Olmi, y el comienzo de una línea de reflexión sobre los problemas que aquejaban al ciudadano de a pie ante la indiferencia de las autoridades. En esa misma dirección se insertaba Novios, donde ahonda en la soledad de un campesino forzado a convertirse en obrero de una industria como consecuencia de una grave crisis. La tristeza que surgía de los temas tratados dejaba, no obstante, un resquicio para ocasionales momentos cómicos que Ermanno Olmi fue progresivamente eliminando de sus películas y sustituyéndolos por un profundo sentimiento cristiano, que le llevaron, incluso, a rodar un retrato humano del Papa Juan XXIII y numerosas películas con fuerte contenido católico. Ese fue precisamente uno de los motivos por el que suscitó la polémica con El árbol de los zuecos, su película más famosa y con la que obtuvo la Palma de Oro en el Festival de Cannes. Los intelectuales Alberto Moravia y Ferdinando Camon llegaron a calificarla de ofensiva, pero esa polémica contribuyó a llevar más gente al cine para contemplar una hermosa película que se encuentra entre las obras maestras del cine italiano de los setenta. En esa línea cristiana prosiguió con Persiguiendo una estrella, que cerró la primera etapa de su filmografía, y donde se relata la historia de los Reyes Magos para reflexionar sobre el papel de la religión católica en el mundo contemporáneo. Rodada con un reducido presupuesto y con actores poco conocidos, tuvo en Olmi al director, guionista y decorador de este film cercano a las tres horas de duración. Afectado por el síndrome de Guillaume-Barre, una enfermedad devastadora para las fibras nerviosas, que deja a quien la padece inmovilizado, Ermanno Olmi estuvo cinco años alejado de la industria cinematográfica. Cuando su retorno parecía imposible, sorprendió a todo el mundo rodando durante uno de sus periodos de mejoría La leyenda del santo bebedor, por la que conquistó el León de Oro del Festival de Venecia. Película sobre el alcoholismo como devastación y al mismo tiempo refugio, relanzó la carrera de este cineasta, aunque nuevas recaídas en la enfermedad volvieron a impedirle dirigir película alguna en cuatro años. Ya recuperado, volvió a la carga con cuatro títulos filmados entre 1992 y 1994, siendo El Génesis, la creación y el diluvio un nuevo acercamiento a la historia del cristianismo. © L.F.C. Galardones: 1 Valladolid El empleo, 1961 1 David de Donatello (Mejor director) El empleo, 1961 3 David de Donatello El árbol de los zuecos, 1978 - La leyenda del santo bebedor, 1988 - El oficio de las armas, 2001 1 Cannes El árbol de los zuecos, 1979 2 Nastri D'Argento L'albero degli zoccoli, 1979 - La leggenda del santo bevitore, 1989 1 Venecia La leyenda del santo bebedor, 1988 Su obra literaria en El Poder de la Palabra |