 1932 | 30 años  Luz azul, La Das blaue licht D: Leni Riefenstahl M: Giuseppe Becce |
 1934 | 32 años Triunfo de la Voluntad, El Triumph des Willens D: Leni Riefenstahl M: Herbert Windt |
 1936 | 34 años Olimpiada Olympia D: Leni Riefenstahl M: Herbert Windt |
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Otros Films: 1933 VICTORIA DE FE 1935 DIA DE LIBERTAD 1954 TIEFLAND Biografía: Directora de cine alemana, pieza clave del cinema nacionalsocialista. Bailarina y actriz en sus comienzos, no tardó en pasarse a la dirección con ‘La luz azul’ (1932), codirigida junto al teórico del cine Béla Balász. Su inminente encuentro con Adolf Hitler y sus simpatías con el nazismo, a los que se venderá entusiastamente, determinarán el futuro de su carrera, ocupando el puesto que en principio le iba a ser asignado al gran Fritz Lang (huido de Alemania por razones obvias): directora oficial del cine propagandístico nazi; el primer gran fruto de esta colaboración será la denominada “Trilogía de Nuremberg”, integrada por tres aberrantes mamotretos político-propagandísticos de probada eficacia: ‘Victoria de fe’ (1933), ‘El triunfo de la voluntad’ (1934) y ‘Día de libertad’ (1935); sin duda el más significativo de ellos es ‘El triunfo de la voluntad’, verdadera negación de la voluntad del individuo y descarada apología de la maquinaría nazi, con sus escenas de masas narcotizadas y su pueril mensaje totalitario: inútil intentar buscar cualquier indicio de la personalidad de su presunta autora, cualquier sombra de verdadero talento, en un millonario producto gestionado por el Tercer Reich sin otra finalidad que la de alienar mentes; pretender, por otra parte, destacar su “entidad artística”, no sólo resulta abyecto, sino contradictorio dada la naturaleza instrumental de un artefacto propagandístico en sí mismo. En cuanto a ‘Olimpiada’ (1936), el mejor documental firmado por Riefenstahl, no es sino una nueva apología de la superioridad físico-psíquica de la raza aria sobre los pueblos del mundo, en esta ocasión a propósito de los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936: su brillantez técnica, su evidente dominio del medio cinematográfico, no redimen la obra del burdo mensaje final. A Leni Riefenstahl, autora de unas memorias tan tergiversadas como los argumentos a favor que aducen sus panegiristas, la posteridad parece haberle perdonado su nazismo y su estrecha relación con las altas jerarquías nazis: reivindicada en los últimos tiempos -no tanto por su mediocre filmografía como por el hecho de haber sido una mujer tras la cámara-, Riefenstahl tiene el dudoso honor de encabezar uno de los episodios más funestos de la Historia del Cine. © José Antonio Bielsa Galardones:  1 Venecia Olimpiada, 1938 |
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