1959 | 45 años Legiones de Cleopatra, Las Le legioni di Cleopatra D: Vittorio Cottafavi M: Renzo Rossellini |
Otros Films: 1943 IL NOSTRI SOGNI 1948 LA GRANDE STRADA (con Michal Waszynski) 1949 FIAMMA CHE NON SI SPEGNE 1952 IL BOIA DI LILLA 1952 UNA DONNA HA UCCISO 1953 TRAVIATA 53 1954 UNA DONNA LIBERA 1954 DAS EWIGE LIED DER LIEBE 1954 ESCORIA DE PRESIDIO 1954 IL CAVALIERE DI MAISON ROUGE 1954 IN AMORE SI PECCA IN DUE 1954 NEL GORGO DEL PECCATO 1958 LA REBELION DE LOS GALDIADORES 1960 LA VENGANZA DE HERCULES 1960 MESSALINA VENERE IMPERATRICE 1960 FIESTA BRAVA (con Domingo Viladomat) 1961 LA CONQUISTA DE LA ATLANTIDA 1961 LA VERGINI DI ROMA 1964 LOS CIEN CABALLEROS 1981 MARIA ZEF 1985 EL DIABLO SOBRE LA COLINA Biografía: Director de cine italiano, nacido en Módena. Diplomado de la primera promoción del Centro Sperimentale di Cinematografia de Roma en 1937, logra ganarse la vida a duras penas durante los siguientes tres años gracias a esporádicos trabajos de claquetista o auxiliar voluntario de dirección. Su continua presencia en los platós de rodaje llama la atención de algunos prestigiosos realizadores como Goffredo Alessandrini o Alessandro Blasetti, quienes empiezan a contratarle en calidad de ayudante. Ese período de aprendizaje le sirve para analizar la práctica profesional de cineastas ya consagrados así como para establecer contactos dentro de la industria. Por mediación de Vittorio de Sica debuta como realizador con I nostri sogni, filme que consigue un gran éxito de público pese a que su estreno tiene lugar durante la Segunda Guerra Mundial, mientras los alemanes ocupan Roma y las fuerzas aliadas bombardean Italia. No obstante, la vinculación de Cottafavi a los ideales fascistas y su rechazo al neorrealismo surgido durante la posguerra provocará que pasen otros seis años antes de que vuelva a dirigir con la polémica Fiamma che non si spegne, que suscita una airada reacción crítica en el Festival de Venecia y un manifiesto firmado en su contra por numerosos intelectuales. Acusado de apología del fascismo por dicha película, queda relegado a la marginación dentro del cine italiano y no le queda otro remedio que refugiarse en producciones de bajísimo presupuesto que aprovechan decorados de películas anteriores y mezclan humor con duelos a espada y aventuras amorosas. Se convierte así en un prolífico adaptador de Alejandro Dumas (Il boia di lilla; Il cavaliere di Maison Rouge; Traviata'53), al tiempo que frecuenta el melodrama popular, donde conjuga amor, muerte, delincuencia y droga (Escoria de presidio; Nel gorgo del peccato). Tras el paréntesis de Toro bravo, codirigida en España con Domingo Viladomat y que muestra la última semana de vida de un toro de lidia, su carrera sufre un brusco cambio. En primer lugar, y harto de los sucesivos reveses comerciales y personales que está cosechando en el mundo cinematográfico, decide iniciarse en el por entonces desprestigiado campo de la televisión, donde desde 1957 adapta y dirige infinidad de programas dramáticos basados en famosas obras literarias de autores como Federico García Lorca, Molière, William Shakespeare, Luigi Pirandello o Leon Tolstoi. Por otra parte, su relieve como cineasta aumenta a través de la realización de películas económicas con apariencia de grandes producciones y donde se alterna lo histórico con lo mitológico, destacando La rebelión de los gladiadores o Hércules a la conquista de la Atlántida, con las que se erige en máximo representante del llamado género peplum. La excelente Los cien caballeros marca su retorno a España, con una historia inspirada en el siglo XI que cuenta la liberación heroica de un pueblo castellano. Saltando de la comedia a la tragedia, firma su obra más lograda y de mayor repercusión internacional, al tiempo que señala su retirada del cine por la puerta grande para dedicarse por entero, y de manera definitiva, a la televisión. © Luis Fernández Colorado |