1986 | 47 años A flor do mar A flor do mar D: João César Monteiro M: - - Johann Sebastian Bach |
1989 | 50 años Recuerdos de la casa amarilla Recordações da Casa Amarela D: João César Monteiro M: - - Franz Schubert |
1992 | 53 años O Último Mergulho O Último Mergulho D: João César Monteiro M: - - Johann Sebastian Bach |
1995 | 56 años Comedia de Dios, La A Comédia de Deus D: João César Monteiro M: - - Claudio Monteverdi |
1997 | 58 años Le bassin de J.W. Le bassin de J.W. D: João César Monteiro M: - - Johann Strauss |
2003 | 64 años Vai~E~Vem Vai~E~Vem D: João César Monteiro M: - - Josquin DesPrez |
Otros Films: 1978 VEREDAS 1981 SILVESTRE 1999 LAS BODAS DE DIOS 2000 BRANCA DE NEVE Biografía: Director de cine, guionista y crítico de cine portugués nacido en Figueira da Foz. Más que un director de cine, Monteiro fue una personalidad artística de relieve difuso y alta definición. Poeta él mismo y amigo de escritores (hizo su debut cinematográfico, en 1968, con un documental sobre la excelente poetisa Sophia de Mello Breyner Andresen), fue autor de más de veinte títulos entre cortos y largometrajes, y autor en el más amplio -yo diría que narcisista- sentido de la palabra, puesto que, aparte de escribir también los guiones, él mismo era el protagonista principal, descarado y omnipresente. De haber sido un hombre más guapo su vocación era la de mattatore al estilo Gassman, pero con su físico esmirriado, sus pequeños ojos de duende, su cabeza despoblada, su cigarrillo permanentemente colgado de la boca, su voz burlona, tenía más -sin salir de Italia- de Carmelo Bene (otro genio del cine y el teatro muerto, también joven, no hace mucho) o de Nanni Moretti. Y de Woody Allen, claro, con quien compartía el gusto de las citas cultas, las bellas mujeres (siempre rendidas a sus pies) y la autoflagelación irónica, aunque su sentido de la comedia es mucho más radical que el del actor/director norteamericano. Deslumbró con Recuerdos de la casa amarilla (1989), pero sus obras maestras son, La comedia de Dios (1995) y Las bodas de Dios (1999). En esos dos soliloquios cinematográficos el genio de lo desaforado se muestra en todo su (incorrecto) esplendor: payaso que a veces puede recordar a Benigni y hasta a Jerry Lewis, dadaísta exasperante, imprecador como un Céline sin connotaciones políticas, Monteiro supo hacer una escritura automática del yo en un mundo, el del cine, que favorece la más vulgar mecánica de lo común. © Vicente Molina Foix Galardones: 1 Mar del Plata Las bodas de Dios, 1999 |