1935 | 26 años Tange Sazen Yowa Hyakuman Ryō no Tsubo Tange Sazen Yowa Hyakuman Ryō no Tsubo D: Sadao Yamanaka M: Gorô Nishi |
1937 | 28 años Humanidad y globos de papel Ninjô kami fûsen D: Sadao Yamanaka M: Tadashi Ota |
Otros Films: 1932 ISO NO GENTA: DAKINE NO NAGAWAKIZASHI 1932 KOBAN SHIGURE 1932 KUCHIBUE O FUKU BUSHI 1932 OGASAWARA IKINOKAMI 1932 TENGU KAIJÔ: ZENPEN 1932 UMON TORIMONOCHÔ SANJÛBAN TEGARA: OBITOKE BUPPÔ 1933 BANGAKU NO ISSHO 1933 NEZUMIKOZÔ JIROKICHI: DÔCHÛ NO MAKI 1933 NEZUMIKOZÔ JIROKICHI: EDO NO MAKI 1933 NEZUMIKOZÔ JIROKICHI: FUTATABI EDO NO MAKI 1933 SATSUMA-BIKYAKU: KENKÔ AIYOKU-HEN 1934 ASHIGARU SHUSSE-TAN 1934 FURYÛ KATSUJINKEN 1934 GANTARÔ KAIDÔ 1935 KAITO SHIROZUKIN: ZEMPEN 1935 KUNISADA CHÛJI 1935 MACHI NO IREZUMI MONO 1935 SEKI NO YATAPPE 1936 KAITO SHIROZUKIN: KOHEN 1936 KÔCHIYAMA SÔSHUN Biografía: Director japonés nacido en Kyoto. Comenzó su carrera como guionista y asistente de dirección, siempre interesado en la crítica a la sociedad nipona de la época, aunque muchas veces sus historias reflexionaran sobre el presente a través del pasado. En 1932 realizó su primer largometraje, que ya demostraba una notable afinidad con los géneros populares, al tiempo que los recubría de una capa de ironía y lirismo. Sólo tres de sus veinticuatro largometrajes sobrevivieron hasta nuestros días, cada uno de ellos una reflexión acerca del estado de ese Japón que se acercaba cada vez más a una terrible y estéril guerra. Yamanaka fue enviado al frente de batalla en 1938, donde murió a la edad de veintinueve años. Humanidad y globos de papel (1937) fue su última película. En gran parte desconocida fuera de Japón hasta años recientes, la película fue aclamada por críticos y cineastas japoneses, Akira Kurosawa entre ellos, como uno de los ejemplos más influyentes de jidaigeki, o películas históricas del cine japonés. Una obra maestra imprescindible. Su temprana muerte fue una de las pérdidas más importantes de la historia del cine. De haber sobrevivido a la guerra, el mundo seguramente lo respetaría tanto como a Mizoguchi, lo amaría tanto como a Ozu y se habría maravillado con su cine tanto como con el de Kurosawa. © Arsenevich |