1891 | 23 años Frau von Birkenreuth Óleo sobre lienzo. Palacio Belvedere. Viena 160 x 181 cm. |
1897 | 29 años Procesión de mujeres Óleo sobre lienzo. Colección particular 230 x 329 cm. |
1898 | 30 años Los portadores de piedra de Ragusa Óleo sobre lienzo. Palacio Belvedere. Viena 171 x 261 cm. |
1902 | 34 años Ángel rojo Óleo sobre lienzo. Colección particular |
Biografía: Pintor de retrato, paisajista y litógrafo austríaco nacido en Viena. Se graduó en la Academia de Viena donde estudió con Christian Griepenkerl y luego en la Académie Julian en París. Junto a su esposa, la también pintora Emile Mediz-Pelikan (1861-1908), siguieron una vía de expresión y desarrollo casi idéntica, que los llevó a Dachau, Uhde y al pueblo de pescadores belga de Knokke, algunas de las sedes de los estudiantes impresionistas. Ambos tenían una fantástica visión pintoresca de las cosas, a través de la cual, las montañas nevadas, en su representación, aparecen sumamente estilizadas, y en contraste con el carácter panorámico de los fondos, y el primer plano es representado con una exactitud casi microscópica. Así Karl Mediz pintó cada hebra, cada cabello a tamaño natural, lo que le granjeó la reputación que hace que ahora cuelgue en la Modern Gallery. Ambos pintaron mucho en ese mar sureño, principalmente en Corfu, y estudiaron el azul de los mares como si lo hubieran observado con ojo de ave. Karl Mediz fue también maestro del retrato, plasmando las personas de la sociedad de Dresde, todos ejecutados con minuciosa precisión. Después de la muerte de su esposa en 1908, Karl abandonó la pintura al óleo y se volcó a las artes gráficas. De esta época son la mayoría de sus litografías, en general retratos. Después de su muerte en Dresde, en 1945, el pintor fue prácticamente olvidado, hasta que una exposición conjunta de las obras suyas y de su mujer en 1986, en la Universidad de Artes Aplicadas de Viena, los rescató. A partir de entonces se despertó un interés por los coleccionistas privados gracias al cual sus obras llegaron a cotizarse a precios muy elevados. © El Hurgador |